La coloración de las telas se obtienen mediante el teñido en barcas o recipientes a temperaturas cercanas al punto de ebullición, respetando unas curvas de calor y el añadido de auxiliares.
Normalmente el proceso se inicia con un lavado/descrude del algodón y luego según el color y características deseadas se procesa la tela: A continuación enumeramos los 3 principales procesos en el teñido de telas de algodón:
– Blanqueo: Se hace necesario para el lograr el color blanco y tonos pasteles y brillantes.
– Teñido Directo: Pigmentación de la fibra por anclaje de la molécula del colorante entre las moléculas de la celulosa del algodón. Tiende a decolorar, especialmente los colores de la gamma del turqueza-azulino-verde perico. Hay colorantes directos que tienen una solidez tan buena como los reactivos.
– Teñido Reactivo: Como su nombre lo dice, existe una reacción química mas intrínseca con la pulpa a nivel molecular. Haciendo que los colores sean mas sólidos (resistentes al lavado, luz solar, álcalis y ácidos, etc.).
“fijado” o “doble-fijado” son denominaciones folclóricas para especificar que el teñido directo no se les va a desteñir.
Hay una gran variedad de procesos que le dan una mejor calidad a la tela en el área de tintorería, tales como el mercerizado (hinchamiento de la pulpa), utilización de enzimas, el compactado (pre-encogido), incluso hasta siliconado y perfumado.